Con las Reformas del Código Penal de 2010 y la posterior de 2015, aparece como novedad legislativa en el ordenamiento jurídico español la responsabilidad penal de las personas jurídicas (empresas), de modo que a partir de entonces en España adquiere especial importancia la figura del Compliance Penal.
Compliance significa cumplimiento normativo, tanto de las normativas externas como de las internas de la propia empresa. De este modo, el Compliance Penal es como se conoce al conjunto de herramientas y procesos de carácter preventivo, cuyo fin es evitar y prevenir la comisión de delitos en el seno de la empresa.
Gracias a un sistema de Compliance Penal implementado de forma efectiva en su empresa, es posible eximir a esta de responsabilidad penal.
Para que un sistema de Compliance Penal ofrezca una exención o atenuación de la responsabilidad penal a la persona jurídica, se requiere lo siguiente:
- – Identificar los riesgos penales.
- – Implantar protocolos para la formación de la voluntad de las empresas. Autorregulación.
- – Protocolos para gestionar fondos con el fin de evitar la comisión de los delitos que han de ser prevenidos.
- – Establecer como obligación informar de riesgos e incumplimientos al departamento o persona que tenga la competencia de vigilar el funcionamiento y observancia del modelo de prevención.
- – Implantar un sistema disciplinario que tenga capacidad para imponer consecuencias a quién incumpla las medidas que se hayan implementado (sanciones).
- – Verificar de manera periódica el modelo implementado, así como tener capacidad para fijar modificaciones si tuvieren lugar infracciones relevantes o cuando haya cambios en la sociedad, ya sea en su actividad o en su estructura de control.
La elaboración de un sistema de Compliance Penal requiere de un análisis individualizado y pormenorizado de la empresa.
El Compliance Penal no solo ayuda a la empresa a evitar posibles responsabilidades penales y sus consecuentes riesgos legales y reputacionales, sino que también mejora su imagen al permitirle presentarse a terceros como una empresa moderna capaz de detectar fraudes e incidencias negativas en su gestión. También le permite avalar el grado de cumplimiento conforme a un estándar, facilitandole el optar a crecer y relacionarse con grandes empresas y Administraciones Públicas.
Por todo ello, tener implementado un sistema de Compliance Penal es la mejor decisión para su empresa, incluso pequeñas o medianas empresas pueden y deben optar a estandarizarse con el fin de crecer en el medio y largo plazo, a la vez que protegerse ante posibles responsabilidades penales.
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